El doctor José Luis Ugarte aseveró que en Chile “tenemos una cultura discriminatoria que debemos cambiar” y que el “derecho a la no discriminación en el trabajo no ha logrado cuajar en nuestra realidad”, en el marco de la conferencia “Trabajo y no discriminación” que se realizó en el teatro del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.

La actividad fue organizada por la Unidad de Igualdad y Diversidad junto al Campus Santiago. La doctora Karin Berlien participó como moderadora, mientras que la doctora Daniela Marzi, encargada de la Unidad de Igualdad y Diversidad, dio la bienvenida a los asistentes y presentó al invitado.

Ugarte explicó que en el país la argumentación a favor de la propiedad privada tiene mucha fuerza, “pero eso no incluye el derecho a discriminar”. Y se “discrimina cuando se da un trato distinto y se utilizan para ello criterios inadmisibles o no aceptables como raza, género, edad, origen social, discapacidad, sindicalización, orientación sexual y una larga lista”, afirmó.

Ugarte puso en evidencia que ni siquiera las leyes han logrado corregir ciertas prácticas discriminatorias. Recordó que las recientes estadísticas indican que en el país las mujeres siguen recibiendo menos salario que los hombres por realizar el mismo trabajo, brecha que se ha calculado en alrededor del 20% según datos de la OCDE.

En este ámbito, según explicó, la exPresidenta Bachelet intentó terminar con la brecha salarial entre hombres y mujeres mediante la Ley de Igualdad Salarial (Nº 20.348, de 2009). Pero, a su juicio, esta norma que apunta a prohibir la discriminación “nació muerta” debido a que incluye una lista con varios criterios para hacer excepciones. En ese sentido, afirmó que “mientras más elementos sean parte del mérito para discriminar, menos posibilidades de éxito tiene”.

Planteó que “la lucha perfecta en la lucha contra la discriminación en el caso de género sería fijar cero criterio. Es decir, si se contrata a un hombre o a una mujer para una misma función se debe pagar lo mismo”. Citó como ejemplo la legislación que fijó Islandia para avanzar hacia una drástica disminución de la brecha salarial.

El problema de la discriminación también persiste, porque “al derecho le cuesta lidiar con las explicaciones de los empleadores que disimulan las reales razones” para, por ejemplo, contratar a una persona o despedirla de sus labores. Otra dificultad estriba en probarla, acotó el académico de Derecho de la UDP.

Este tipo de situaciones -destacó el expositor- refleja que “el derecho a la no discriminación ha fracasado”.

"Ciego al mérito"

En opinión de Ugarte, la efectividad de las medidas antidiscriminatorias es baja, dado que “tenemos una fuerte cultura retórica sobre el mérito”, en circunstancias que el “capital social” sigue siendo más importante. “El mérito aquí no funciona como en otros países”, dijo.

A diferencia del “sueño americano” de Estados Unidos, en el que alguien de familia de clase media puede convertirse en un Bill Gates, el experto sostuvo que en nuestro país el mérito es relativo, ya que más bien depende del contexto, de ser parte de una elite y de contar con buenas redes de contactos.

Ugarte planteó que el predominio en el país de una cultura de capitalismo que alienta la construcción de “un yo poderoso”, genera una “falsa idea de libertad”. “Somos libres de comprarnos un Ferrari, ¿pero cuántas personas realmente pueden hacerlo?”, ilustró.

Por eso, el profesor de Derecho del Trabajo afirmó que en Chile “el mérito está sobreestimado” y que es necesario ser “relativamente ciego al mérito para avanzar hacia la igualdad”, aunque reconoció que se trata de una disyuntiva muy difícil de resolver.

Críticas a reforma laboral

Sobre el proyecto de reforma laboral anunciado por el Gobierno que busca flexibilizar las jornadas laborales, Ugarte se mostró bastante crítico. Sostuvo que en la práctica el o la trabajadora no tiene la capacidad de negociar o escoger sus horarios respecto de la decisión de un determinado empleador. Por lo tanto, señaló que “el proyecto gira sobre una falsa idea de libertad”.

Asimismo, cuestionó que el proyecto de reforma no considere a los trabajadores de las plataformas digitales como tales en el Código del Trabajo, lo cual es “todo lo contrario a lo que está pasando en el derecho internacional, donde hasta en el propio Estados Unidos al menos veinte cortes supremas han reconocido el carácter laboral de los trabajadores de plataformas. El gobierno chileno es el primero en el mundo que con esto está favoreciendo tan claramente a empresas como Uber".

“A los trabajadores de Uber se les ha hecho creer que son emprendedores. Si de verdad se lo creen, no hay mucho que hacer. Las condiciones de la explotación están determinadas”, dijo Ugarte.

Al evento también asistieron el director del Campus Santiago Carlos Bravo y la delegada de la Unidad de Igualdad y Diversidad del mismo recinto Paula Galaz, académicos y estudiantes.