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Campus Santiago

“Es alarmante que las personas ni siquiera se den cuenta que se están sobreendeudando”

24 Abr 2018

La educación financiera en Chile es urgente. Es importante que “al menos la gente entienda y pueda usar para su beneficio los instrumentos financieros que tiene a su disposición”. Otra razón es que no solamente es preocupante el sobreendeudamiento actual de los chilenos (un informe reciente del Banco Central reveló que la deuda en hogares alcanzó 71,1% de su ingreso disponible en 2017), sino que también “es alarmante que las personas ni siquiera se den cuenta que se están sobreendeudando”. 

Así lo planteó el experto Ignacio Ubilla, con 25 años de experiencia en la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, SBIF, durante la clase magistral “Educación Financiera: las principales problemáticas de las y los usuarios del sistema financiero en Chile”. La actividad fue organizada por la Escuela de Ingeniería Comercial y se realizó en el teatro del Campus Santiago UV.

Galo Herrera, director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la UV, destacó en sus palabras de bienvenida que la carrera, y en especial la profesora Karin Berlien, ha venido trabajando la educación financiera con enfoque de género hace largos años.

“Nuestra escuela durante uno a dos años viene trabajando con mucha fuerza en todo lo que dice relación con el impacto que tiene el género en la educación financiera y en otros ámbitos de desarrollo económico, político y social en el país. Tengo la convicción profunda que podemos marcar una diferencia enorme con lo que se viene haciendo tradicionalmente en las escuelas de negocios”, afirmó el académico.

Endeudamiento responsable

Ubilla enfatizó que el grupo más complicado con las deudas es el de jóvenes entre 18 y 28 años, lo cual se refleja en el hecho que tiene el doble de morosidad que el promedio del sistema.

Por eso, es clave lograr un “equilibrio entre educación, inclusión (acceso) y protección financiera”, dijo. El objetivo es que las personas aprendan a tomar “decisiones informadas” y eviten crisis en sus familias. Ubilla reconoció que este desafío no es nada de sencillo, ya que supone generar importantes cambios de comportamientos.

En Chile existen alrededor de 40 millones de tarjetas de crédito, débito y prepago, de instituciones financieras, casas comerciales y de otro tipo. Por lo tanto, cada chileno con acceso financiero tiene en promedio 4 a 5 tarjetas. Pero su inadecuada utilización puede conducir a incrementar los niveles de endeudamiento considerados razonables.

Además, teniendo presente que el interés es el costo que se está dispuesto a pagar por los préstamos, no hay que olvidar que el “único límite en la fijación de la tasa es la máxima convencional”, que si bien bajó de 52% a 42% anual, sigue siendo “brutalmente alta”, según el ingeniero comercial de la Universidad de Chile.

La recomendación para un endeudamiento responsable, explicó el experto, es que la suma de todas las cuotas (reales, no el pago mínimo) no sea superior al 25% del sueldo líquido y la misma regla debe aplicar a la suma de todos los hipotecarios. Es decir, después de pagar todas las deudas en un mes “nos debiera quedar disponible al menos el 50% del sueldo”.

El expositor precisó que la educación financiera se trabaja en varios niveles: nociones básicas, administración del dinero, así como temas de productos y servicios, ahorro e inversión. Asimismo, advirtió sobre varios aspectos del manejo financiero, tales como que “la cuota chica cuesta caro, hay que pactar las cuotas necesarias”, “las facilidades de pago no son gratis. Hay que calcular cuánto cuestan los meses de gracia y de no pago” y “cerciórese del tipo y cobertura de seguros que contrata”.

Por otra parte, Ubilla citó un reciente estudio de la SBIF que concluyó que las mujeres son mejores pagadoras que los hombres de sus compromisos financieros. “El problema es que les prestan menos dinero y a tasas más altas”. Aunque precisó que esta situación debe ser estudiada más a fondo, en su opinión esta realidad se vincula con la brecha salarial de género.

La clase magistral se desarrolló en el contexto de los TIPE de Ingeniería Comercial y contó con la asistencia de estudiantes de primer, segundo y tercer año.