Ingeniería Comercial-Santiago realiza conversatorio de Educación Financiera para agrupación de artesanos/as
Para nadie es un misterio que la pandemia del covid-19 está provocando efectos económicos muy duros en las y los trabajadores de ferias de productos no esenciales. Por eso, la información certera y oportuna sobre las alternativas financieras que existen para hacerle frente a la crisis, pueden representar algún tipo de alivio para volver a empezar.
Tomando en cuenta ese contexto, el Taller de Integración del Perfil de Egreso (TIPE II) de Ingeniería Comercial desarrolló un conversatorio acerca de “Educación Financiera”, que contó con la participación del analista del Departamento de Inclusión y Educación Financiera de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Ignacio Ubilla, integrantes de la Asociación AGAPE que reúne a setenta artistas y artesanos/as, estudiantes y la doctora Karin Berlien, quien moderó la actividad.
Uno de los temas que evidenció el encuentro es la precariedad e informalidad en que se encuentran los/as artesanos/as en nuestro país, lo cual se ha profundizado durante el periodo de cuarentenas. Además, las medidas del gobierno no han sido suficientes para atender este segmento debido a los múltiples requisitos que debe cumplir para optar a créditos, considerando que la pandemia les cortó abruptamente su flujo de ingresos. Esta situación afecta directamente sus posibilidades de conseguir financiamiento para seguir desarrollando sus labores.
Ubilla explicó que “uno de los factores determinantes para la banca comercial es la formalización. Y en el contexto de esta pandemia y de las medidas que ha planteado el gobierno, en términos de préstamos que apuntan a las personas, también tiene que ver con demostrar que los ingresos disminuyeron. Pero si no das boleta o no cuentas con registro en el Servicio de Impuestos Internos, no tienes cómo hacerlo”.
Sobre el problema de la no formalización, el presidente de la Asociación AGAPE Walter Olivares opinó que “para poder formalizarnos, necesitamos una ley para los creadores y los artesanos”, ya que no nos consideramos “empresarios/as”.
Relató que los integrantes de esta agrupación trabajaban en ferias con la autorización de la Municipalidad de Santiago hasta que estas se suspendieron por la pandemia y entonces quedaron sin ingresos.
El analista de la SBIF indicó que otras opciones que existen para acceder a microcréditos son organizaciones como el Fondo Esperanza, al menos para contar con un capital de trabajo mínimo.
Al respecto, el presidente de la Asociación AGAPE Walter Olivares dijo que lo complicado es que ese tipo de organizaciones trabaja con “créditos semanales” y eso “es muy duro, ya que hay períodos en que la gente no puede hacer la plata para devolver el crédito”.
Solución colectiva
De todos modos, durante la conversación quedó de manifiesto lo importante: que los más pequeños sean capaces de asociarse y cooperar entre sí, ya que les abrirá no solo más posibilidades de financiamiento, algo especialmente crítico durante la pandemia, sino también de promover y comercializar sus creaciones, así como buscar otros mecanismos de solución colectiva.
Cabe destacar que el TIPE II de Ingeniería Comercial, en el cual participan setenta estudiantes, seguirá trabajando junto a los/as artesanos/as con el fin de que puedan mejorar su situación.