El retiro por parte de los afiliados a las AFP del 10% de sus fondos, tomando en cuenta distintos factores involucrados, “va a generar un impacto reactivador de la economía”, aseguró el economista de la Universidad de Chile Jorge Gajardo durante la conferencia “El retiro del 10%: la medida, el contexto y efectos económicos esperados”, que fue organizada por la unidad de Extensión de la Escuela de Ingeniería Comercial del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso. Además, aseveró que la caída en los fondos de pensiones “será bastante pequeña y se recuperará pronto”.

En esta actividad online participaron la directora de la Escuela de Ingeniería Comercial, Tania Jakasovic; el jefe de carrera en el Campus Santiago, Juan Egaña, académicos/as y estudiantes.

“Una primera observación es que debiera generarse una caída en la Bolsa, ya que en la medida que las AFP tiendan a liquidar las cuotas de fondos que tienen en su cuenta van a tener que salir a vender en alguna medida acciones. Y a mayor oferta, el precio tenderá a caer (…) Pero este efecto será bastante menor”, dijo Gajardo.

El expositor añadió que “también podemos suponer que se va a generar -como ya se está viendo en buena medida- una caída en el precio del dólar, una apreciación del peso. La razón es que si las AFP liquidan parte de los fondos que tienen en el exterior, eso generará un gran flujo de dólares al país que serán liquidados en el mercado cambiario, lo cual hará disminuir el precio del dólar”.

Gajardo señaló que “en tercer lugar, se va a producir un importante aumento del consumo agregado”, es decir del gasto general de la economía. Esto, a su vez, significará un efecto multiplicador importante y, por ende, “una mayor recaudación fiscal”.

Finalmente -prosiguió- se prevé una subida en las tasas de interés. “En la medida que las personas transen más bienes se generará una mayor necesidad de circulante. Y esta demanda por dinero supone también que el precio de este aumente”.

¿Cómo impactará lo anterior en los fondos de pensiones? A juicio del académico en varias universidades, “considerando la caída de la Bolsa y del dólar, podemos suponer también que habrá una caída en el valor del fondo de pensiones. Este fue uno de los temas más recurridos por quienes estaban en contra de este proyecto para señalar -un poco escandalosamente- que el sistema no iba a tener la capacidad de asimilarlo. Sin embargo, es muy probable que esta caída sea bastante pequeña y que se recupere muy rápido en el tiempo”.

En suma, en opinión de Gajardo, un mayor gasto -mayores compras y pago de IVA- “al final de cuentas se traduce en un aumento de la actividad económica. El retiro del 10% va a generar un impacto reactivador de la economía que va a minimizar la caída que ya estamos observando en el nivel de actividad económica, es decir, amortiguará la crisis”.

Analizando las cifras, explicó, tenemos que el PIB de Chile es de unos 300 mil millones de dólares, el gasto público en un año normal son alrededor de 70 mil millones de dólares. Asimismo, el fondo de pensiones asciende a 210 mil millones, de los cuales en el exterior están invertidos 84 mil millones de dólares, mientras que el 10% del total es 21 mil millones de dólares, que es el máximo gasto que se podría generar.

Por lo tanto, “el impulso que va a darle al gasto agregado de la economía este 10% es de una magnitud muy considerable (..) y podría reducir la caída del PIB entre 3 y 6 puntos porcentuales”, lo cual se sumará al plan de impulso fiscal que involucrará 12 mil millones de dólares. Hay que considerar, puntualizó Gajardo, que hasta ahora 8 millones de personas han gestionado el retiro desde las AFP de un total de 11 millones de afiliados.

Hacia un nuevo sistema

Según Gajardo, más allá de los impactos económicos del retiro del 10% de los fondos de pensiones debido a la gravedad de la crisis que ha ocasionado la pandemia del coronavirus covid-19, esta medida entraña un valor simbólico no menos relevante. Tal como lo destacó en su exposición y en sus láminas de apoyo, puede considerarse como una “pulseada y triunfo simbólico de la gente contra las elites”. Pero también reconoce que la idea de la “propiedad de los fondos por los cotizantes hará más compleja la discusión sobre un nuevo sistema de pensiones”, la cual se dará en “el contexto de la refundación constitucional”.

El académico recordó que “el propio presidente Piñera ha dicho que el sistema requiere una cirugía mayor y él se pronunció por un sistema mixto. Por lo tanto, no parece que haya ya base para que se defienda el sistema de AFP, porque si bien ha posibilitado un inmenso desarrollo del mercado de capitales, dista bastante de lo que implica contar con un sistema de seguridad social cuyo principal objetivo sea entregar buenas pensiones".

En ese sentido, para Gajardo “lo que debiera garantizarse en un buen sistema es un cierto nivel de pensiones mínimas que pudiera estar vinculado con el último ingreso de la persona y con la cantidad de aportes que esta realice”.

Desde su perspectiva, “lo más probable es que, una vez que se consume el cambio constitucional, se generen un conjunto de principios que nos lleven a un sistema de seguridad social que se base en la solidaridad y la cooperación entre el mundo del trabajo y quienes pasen al sector pasivo, o entre las distintas generaciones. Y eso se va a dar en el marco de un organismo público que tiene su mandato y en el que los cotizantes son parte del gobierno corporativo”, dijo el economista.

Por otro lado, el expositor puso de relieve que la actual crisis nacional y mundial, que es una de las más graves desde la Gran Depresión de los años 30, demandará políticas sociales post pandemia y un gran acuerdo tributario y fiscal.