Académica de Colombia: “Un modelo exportador genera riqueza para el país, pero hay que pensar en cómo articular esta riqueza con el tejido social”
Una exposición sobre “Economías alternativas y transición socioecológica en los rubros del comercio”, que combinó aspectos conceptuales con la descripción de cuatro casos inspiradores, realizó la académica e investigadora de la Universidad Externado de Colombia, Antonia Arévalo Agredo, en el teatro del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.
Esta conferencia fue organizada por la Escuela de Ingeniería Comercial y contó con la presencia de su directora, Tania Jakasovic; el jefe de carrera en la capital, Juan Egaña; la académica Mariana Navia; los profesores Abraham Martínez —quien condujo el evento— y Germán Pérez, y estudiantes de la carrera.
La invitada internacional explicó que teniendo en cuenta el actual contexto económico, social —hambrunas y desigualdades que causan muertes— y ambiental —dramáticas pérdidas de especies y de glaciares, por ejemplo—, resulta imperativo avanzar desde una economía lineal a una que sea lo más circular posible. Además, pasar de la lógica de la ganancia a la socioecológica y del modelo acumulativo a uno más solidario y popular, junto con abrir más oportunidades para que existan muchos futuros posibles y ubicar al comercio en las lógicas de las economías alternativas.
En el espacio de preguntas del público, la profesora Arévalo enfatizó en la actividad realizada el pasado martes 4 de junio que uno de los desafíos para países exportadores como Chile “es cómo integrar esta prosperidad exportadora con la vida cotidiana de los chilenos y las chilenas que no acceden a esos recursos. (…) Evidentemente, un modelo exportador genera riqueza para el país, pero hay que pensar en cómo articular esta riqueza con el tejido social. El estallido nos dijo algo a todos los habitantes del planeta y es que no todos o todas las chilenas estaban conformes con el modelo. Entonces, se debe pensar en su humanización”.
El objetivo de su presentación, explicó posteriormente, fue “mostrar ejemplos de casos donde se está aplicando la economía alternativa (‘La vitrina pacífica’, ‘Más compost’, ‘Bancalimentos’ y ‘El chico de la ruana’, todos de Colombia), considerando el escenario actual que tiene nuestro planeta en términos del Antropoceno. Y poder pensar a partir de la transición socioecológica, alternativas que no solo tomen en cuenta la producción y la productividad, sino que también integren la reconstrucción del tejido social”, dijo Antonia Arévalo, quien es trabajadora social y magíster en Educación.
Según la investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia, “la economía ecológica es parte de una propuesta de una economía para la vida. Esto quiere decir que la centralidad de la producción es la vida de la naturaleza, la vida de los seres humanos que participan en la transformación o en el trabajo que está alrededor de los productos y está bastante distante de las lógicas que tienen que ver con la acumulación y con el híper consumo”.
Sobre los principales desafíos para nuestra región, Arévalo indicó que “uno de los retos principales que tiene que ver con toda la sociedad a nivel global es con el reconocimiento de la prioridad de la vida sobre la producción y la acumulación de unos pocos. Las economías alternativas nos plantean el reto de priorizar valores como la solidaridad, la reciprocidad y pensar desde allí integrarnos como región. Más allá del nacionalismo que podamos tener en Colombia, en Chile o en Brasil, debemos pensar como región y reconstruir un tejido latinoamericano colaborativo, que nos permita impulsarnos y sobrellevar los indicadores de hambre y de miseria que a veces hemos compartido a lo largo de la historia”.