Con una decena de innovadores proyectos, que combinaron el aprendizaje de herramientas tecnológicas (arduinos) con ideas de negocios que aportaran valor a la sociedad y fueran económicamente sustentables, finalizó el “Taller de Creatividad y Emprendimiento” de Ingeniería Civil Industrial, en el cual participaron alrededor de 40 estudiantes de segundo año de la carrera en el Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.

Estas iniciativas se desarrollaron en grupos durante un semestre bajo la supervisión de los académicos Mauro Grossi y Cristián Cofré, quienes destacaron que gracias al retorno a las clases presenciales se pudo articular un curso que es muy importante para la formación profesionales de los y las jóvenes.

Grossi evaluó propuestas como una ovilladora automatizada para simplificar el tejido, un pastillero dispensador de medicamentos automático que avisa, un cenicero automatizado que no deja olor; una llave a la mano, sistemas de chapas de seguridad; un previsor de la tendinitis y un apoyo para recordar tareas que está orientado a personas mayores.

En tanto, Cofré se impresionó gratamente con trabajos como un  detector de partículas tóxicas en el ambiente, especial para ser usado por equipos fiscalizadores de industrias; un dispensador de comida para perros automático que se puede programar con horarios; una caja de seguridad con sensor de proximidad infrarrojo.

Ambos profesores manifestaron estar contentos por la dedicación y esfuerzo que mostraron los/as estudiantes para llevar adelante soluciones de ingeniería a problemas o necesidades de la sociedad.

Grossi puso de relieve que quienes estudian Ingeniería Civil Industrial “tienen una sola misión que es aportar al bienestar, desarrollo y calidad de vida en la sociedad en la que se desenvuelven, a través de soluciones de ingeniería”. Cofré complementó que “es súper relevante que los trabajos en equipo se den realmente en un ámbito de contacto y de conversación. Y este curso es súper importante para la malla, porque toma dos elementos esenciales en la formación profesional en Ingeniería Civil Industrial: tener la capacidad de acercarse a la tecnología de una forma amigable, a través de un proyecto concreto que beneficie a la sociedad. Y, por otro lado, una mirada de negocios”.