Invitan a derribar paradigmas que frenan la innovación en la gestión pública
Aunque suela parecer una misión imposible debido a las diversas barreras que existen, la innovación no solo es posible en el ámbito público, sino también muy necesaria para mejorar la calidad de servicio a favor de la ciudadanía.
Estas fueron las principales ideas que se plantearon durante el seminario "Innovación Pública", que organizó el Centro de Estudiantes de Administración Pública del campus Santiago con el apoyo de la Escuela.
La actividad contó con la participación de los profesionales Gustavo Campos, del Servicio Civil, y Waldo Salazar y María José Valdés, del Instituto de Previsión Social (IPS). Además, expusieron Rodrigo Collío y Bárbara Soto, estudiantes de Administración Pública de la Universidad de Chile, quienes presentaron los inéditos "Apuntes Estudiantiles de la Administración Pública", elaborados por ambos con el apoyo de la Federación Nacional de Estudiantes de Administración Pública (FENEAP).
Gustavo Campos, quien además es coordinador del concurso “Funciona” (que premia a funcionarios de servicios públicos), explicó que los peores enemigos de la innovación en la gestión pública son ciertos paradigmas que se reflejan en frases como “no se puede”, “siempre se ha hecho así”, “la Contraloría no lo permite” o “no hay presupuesto”.
En ese sentido, las instituciones tienen una importante cuota de responsabilidad, ya que si no crean o sistematizan las oportunidades para innovar, las habilidades o motivaciones de las personas no serán suficientes.
“La innovación tiene sentido si se pone en el centro al ciudadano”, enfatizó Campos. El éxito del concurso “Funciona” evidencia que los funcionarios públicos colaboran entre sí y están comprometidos con la innovación. De hecho, en 2017 participaron 700 funcionarios de 71 servicios públicos en 188 proyectos, dijo Campos.
Uno de los casos notables del último tiempo, por ejemplo, fue la solución que surgió al interior de la JUNJI para evitar las dolencias de lumbago que sufrían las profesionales y que causaban ausentismo laboral: diseñaron un modelo de cuna de mayor altura muchísimo más cómoda para atender a los bebés, una idea que incluso ha sido replicada en el sector privado.
En el IPS, en tanto, están promoviendo una cultura de innovación que permita identificar los “dolores” o problemas que aquejan a las comunidades y encontrar soluciones descentralizadas.
Waldo Salazar, analista de Innovación de este servicio, ejemplificó esta situación con el poderoso mensaje que les dio una usuaria que consultaba por su trámite de pensión: “Me cuesta un kilo de pan venir a esta oficina a saber en qué está mi caso”.
Frente a ello, en el IPS comenzaron a gestionar llamados a las personas para informarles sobre el avance de sus solicitudes. Asimismo, elaboraron pictogramas con el fin de explicar de manera sencilla los trámites para obtener las pensiones básicas y de invalidez.
El profesor Diego del Barrio explicó que el seminario formó parte de la cátedra Taller III de Ciclo Profesional, “donde los estudiantes deben analizar, sobre la base de la metodología de casos, un problema público y darle una solución innovadora”.
Mientras que el presidente del Centro de Estudiantes de Administración Pública y secretario general de la FENEAP, Gustavo Varela, valoró positivamente la actividad como aporte a la formación académica.
A la jornada asistieron alumnos de la carrera no solo de la UV en Santiago, sino también de las universidades Academia de Humanismo Cristiano, Central y Alberto Hurtado.