Luis Riveros dicta clase magistral en inauguración de año académico de Administración Pública
Con franqueza y claridad, el ex rector de la Universidad de Chile Luis Riveros planteó que las universidades del Estado tienen tres tareas fundamentales: “Ser protectoras de la libertad de pensamiento y de expresión, tener vocación pública y respeto por el bien común y ser el referente de calidad del sistema de educación superior”. Estos conceptos los compartió durante su clase magistral "Las Universidades del Estado y su rol en Chile”, que dictó en el marco de la inauguración del año académico de Administración Pública en el Campus Santiago de la UV.
Además, Riveros manifestó que “me sentí muy desilusionado por la última ley de universidades estatales que se aprobó”. Porque, a su juicio, en el cuerpo legal se las concibe como “entes participantes y no se les da un rol especial ni menos aún un financiamiento adecuado, que deberían tener dado que promueven la producción de bienes públicos y que su obligación es hacerlo con la mayor excelencia posible”.
El evento contó con la presencia de autoridades de la carrera, del campus y de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA), así como de estudiantes de Santiago y de Valparaíso, quienes viajaron especialmente a este evento realizado en el teatro del recinto capitalino.
Galo López, secretario de FACEA, hizo una invitación a estudiantes y docentes a “renovar la mirada del esfuerzo por formarnos en esta maravillosa disciplina que es la gestión de lo público. Ello no solamente involucra a las labores del Estado, sino también a actividades particulares. Todos somos parte de una comunidad y, por lo tanto, todos los procesos deben tener una convergencia hacia lo que interesa a todos, al desarrollo”.
Agregó que “creo que estas reflexiones pueden contribuir enormemente a un concepto de Facultad que se enriquezca con la mirada que surge desde una escuela de Administración Pública”.
Ausencia de mirada estratégica
En su alocución, el profesor Luis Riveros manifestó su agrado de hablar sobre algo que “a mí me resulta natural e importante”, recordando que su formación académica como historiador, filósofo y economista se la debe a instituciones públicas en Chile y Estados Unidos (Universidad Técnica del Estado, Universidad de Chile y University of California).
Sin embargo, enfatizó, “es un tema que desgraciadamente, y en gran medida por nuestro propio error, en las comunidades de las universidades del Estado tiene poca discusión trascendente en la política pública (…) Hay ausencia de una mirada estratégica de país, de mirada profunda del rol que deben cumplir las universidades estatales, lo que las tiene en una situación bastante difícil desde hace tiempo”.
En su exposición explicó que las universidades estatales tienen tres tareas esenciales.
En primer lugar, sostuvo que deben ser protectoras de la libertad de pensamiento y de expresión, espacios donde se puedan abordar sin restricciones los distintos temas que importan a la sociedad, incluidos los valóricos –aborto o eutanasia, por ejemplo- y que se entienda la diversidad de miradas que pueden existir sobre un mismo asunto.
“La universidad pública no debe tener adscripción a un pensamiento A o B, sino más bien ser un centro de reflexión, de propuestas, de libertad de pensamiento. A mí esto me parece esencial”. Asimismo, “que sea fuente de ideas para mejorar nuestra sociedad. Por eso, por definición, la universidad estatal es laica”, ya que “es la universidad pública desde donde debe salir un pensamiento diverso”.
El segundo desafío, manifestó Riveros, tiene que ver con la formación, de modo que los egresados de distintas disciplinas, ya sea que se desempeñen en el sector público o privado, jamás olviden la vocación pública.
“Se trata de que sean profesionales de primera línea, con la mejor capacidad para la gestión y para todos los ámbitos del desempeño, pero que tengan sentido de vocación de servicio público cuyo destino es el bien común. Debemos promover el interés público tanto en ámbito público como privado”, afirmó.
El tercer aspecto que relevó el ex rector de la Universidad de Chile fue la necesidad de que la “universidad pública, estatal, sea el referente de calidad del sistema de educación superior o universitario”, así como en materia de investigación o creación. Esta es una característica que “hemos ido perdiendo”, lamentó.
Al respecto, ejemplificó que incluso en sociedades tan de mercado como Estados Unidos, entre las mejores diez universidades aparecen tres o cuatro estatales y lo mismo ocurre en países como Canadá o Japón. Por lo tanto, las universidades estatales y públicas tienen la obligación de mantener “la excelencia”.
Al inicio del evento también hicieron uso de la palabra el director de la Escuela de Administración Pública, Jaime Rubina, quien dio la bienvenida a los alumnos; y el secretario general del Centro de Estudiantes de la carrera, Danilo Calfucura.
Además, en la ceremonia estuvieron presentes el secretario académico de la Escuela, Osvaldo Pizarro; el jefe de carrera en el Campus Santiago, Félix Fernández; y el director del Campus Santiago, Carlos Bravo. El académico Gonzalo Luna ofició de maestro de ceremonias.
Otras charlas
El programa de inauguración del año académico de Administración Pública contempló otras charlas. El profesor Pedro Ortega se refirió a “La formación de los administradores públicos, una mirada histórica de sus Escuelas” y José Jofré, jefe del Subdepartamento de Estadísticas de Precios al Consumidor, expuso sobre “El cálculo del IPC en Chile”.