Daniel Cravacuore: “Falta mucho por hacer en asociativismo intermunicipal”
El conocido refrán “la unión hace la fuerza” adquiere mucho sentido cuando los municipios son capaces de trabajar en conjunto y coordinarse para abordar problemas comunes, superando de esta manera divisiones administrativas, políticas, económicas o sociales. Sin embargo, a juicio del experto argentino Daniel Cravacuore “falta mucho por hacer en asociativismo intermunicipal” tanto en Chile como en casi toda la región.
“Los problemas no conocen de comunas de izquierda o de derecha, de históricas o menos históricas. Hay que poner el problema en el corazón de la intermunicipalidad”, destacó el académico durante la charla sobre "Asociativismo Intermunicipal en América” que se realizó en el teatro del Campus Santiago. El evento fue organizado por la Escuela de Administración Pública.
A juicio de Cravacuore, la asociatividad intermunicipal es “un mecanismo que tiene mucho para dar, en un país donde hay tanta rigidez en el sistema y en las reglas. Le puede dar ciertas flexibilidades y plasticidades para resolver temas”.
Aunque en el último tiempo ha observado una disposición favorable entre quienes participan en las asociaciones de municipios, el académico reconoció que en Chile es muy difícil la intermunicipalidad debido a que se concibe a los municipios como si existiera un solo modelo de gestión y ninguno de ellos fuera muy distinto de otro, “lo que es totalmente falso. El sistema político es el único que reconoce esa homogeneidad”, expresó.
Para cambiar esta situación, el doctor en Dirección y Gestión Pública Local por la Universidad de Jaén (España), afirmó que se requiere de una política de apoyo en esta materia, así como mayores recursos, más investigación sobre estos temas e inclusive el involucramiento de los estudiantes y futuros administradores públicos.
Ventajas de actuar en conjunto
El académico aseveró que es erróneo pensar que los problemas que debe afrontar un municipio se restringen exclusivamente a los límites de su comuna, como también que las malas decisiones que tome no impactarán en los otros municipios.
Cravacuore, quien es director de la Unidad de Gobiernos Locales y director de la Maestría en Gobierno Local de la Universidad Nacional de Quilmes en Argentina, afirmó que “hay que ser más plásticos para resolver los problemas” y dejar atrás la “administración fragmentada”. Al respecto, la intermunicipalidad permite actuar sobre ejes comunes y asociar cada desafío a una “escala territorial determinada”.
Entre las ventajas de esta forma de operar, el académico señaló que la intermunicipalidad permite ordenar prioridades comunes, lograr economías de escala, incrementar el poder de negociación territorial, sobre todo de los municipios más pequeños, y obtener una mayor fuerza para representar preocupaciones ante la autoridad central.
El experto aseveró que lograr una mirada común entre distintos municipios para enfrentar ciertos temas no siempre es sencillo, dado que se tiende a privilegiar un “localismo cultural” construido artificialmente y a la rigidez de las estructuras administrativas.
Muy poco avance
En su presentación, indicó que en nuestro país como en muchos otros de la región se ha avanzado muy poco en la asociatividad intermunicipal. Al respecto, dijo que “no tengo la mejor opinión de lo que pasa en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador o Bolivia”. Matizó que hay excepciones como Brasil, que cuenta con asociaciones intermunicipales que se encaminan a cumplir 60 años de funcionamiento, básicamente en temas de salud. Y, al igual que en México, esto ocurre entre los municipios más desarrollados, explicó.
“En Chile, es un fenómeno clásicamente de intermunicipalidad de municipios rurales”, sostuvo Cravacuore, uno de los editores del libro “El Asociativismo Intermunicipal en América Latina”.