Camila Vallejo y Giorgio Jackson participaron en encuentro por la educación pública en el Campus Santiago
Los diputados Camila Vallejo y Giorgio Jackson fueron los invitados estelares del I Encuentro por la Defensa de la Educación Pública celebrado en el Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.
En la jornada también participaron la concejala por San Miguel Erika Marínez y Tomás Leighton, coordinador nacional de la CoNES, y la idea era debatir con los vecinos de dicha comuna (en la que está enclavada la sede santiaguina de la UV) respecto no sólo al proyecto que se debate hoy en el parlamento y que busca poner fin al lucro, al copago y a la selección en los colegios, sino que también a reflexionar sobre cuáles son los siguientes pasos que debería seguir el esfuerzo nacional por mejorar la educación.
Ante un teatro del Campus Santiago casi repleto, el primero en dirigirse a la concurrencia fue el diputado por Santiago Giorgio Jackson, quien explicó, punto por punto, qué se busca al eliminar el lucro, la selección y el copago en los colegios. Tras su análisis, Jackson advirtió que “no me gusta hablar de ‘la Reforma Educacional’, porque lo cierto es que lo que estamos discutiendo hoy en el parlamento es sólo la primera pata, son varias reformas que hay que hacer. Lo que hemos visto es cómo la educación se articula desde los años ochenta, convirtiendo el sistema en una ley de la selva, en un sálvese quien pueda en el que él que puede pagar accede a educación de calidad. Y este modelo estratifica, impide que se desarrollen capacidades como el trabajo en equipo y nos dificulta el desarrollarnos como ciudadanos. El modelo actual tiene múltiples implicancias negativas para nuestra sociedad. Teniendo en cuenta todo eso, este primer proyecto que termina con el lucro, el copago y la selección es la propuesta más radical de oposición al modelo neoliberal de las últimas décadas”.
A su turno, la diputada por La Florida Camila Vallejos explicó cuáles son los dos grandes objetivos de esta primera etapa de la Reforma Tributaria: “Lo primero es luchar contra la desigualdad, porque los efectos de este modelo no son causales, está diseñado para separar a la gente. Lo reconoció el dueño del Boston College cuando dijo que le parecía bien que hubiera colegioa para ricos y colegios para pobres, pero nosotros pensamos que este modelo no sólo es inmoral, sino que le hace daño al país, porque genera malestar social. Lo otro que buscamos es no producir más autómatas, meros reproductores de información, sino que formar ciudadanos críticos. Ese es el tema, qué sujetos formamos y pensamos que debemos entregar a los jóvenes una educación que les dé la capacidad de transformar la sociedad”.
Luego la diputada Vallejo respondió a seis mitos que se han creado en torno a la reforma:
Se van a cerrar colegios: “En ninguna parte la reforma habla de cerrar colegios y si alguno cierra es porque quiere hacerlo, porque ya no le resulta rentable al no poder lucrar. Y hoy, sin reforma, ya se cierran colegios porque no son rentables para sus sostenedores. La reforma, en cambio, se hace cargo de la falta de sustentabilidad de muchos proyectos educativos actuales, en los que los colegios no son dueños de sus recintos, sino que arriendan y hoy tienen la oportunidad de terminar con esa situación”.
El estado tiene un afán totalitario y quiere terminar con la diversidad de proyectos: La reforma resguarda la diversidad de los proyectos educativos. Es más, obliga a que cada establecimiento tenga un proyecto y lo único que pide es que sean inclusivos y que no se pueda excluir a un niño por ser homosexual. Es la derecha la que defiende la discriminación”.
La reforma nivela hacia abajo: “Todo lo contrario. Al remplazar los copagos, cada niño recibirá cada vez más recursos. No sólo se garantiza que los estudiantes reciban la misma financiación que recibe actualmente, sino que paulatinamente las subvenciones más bajas van a ir equiparándose con las más altas, porque se inyectarán más recursos, por lo tanto nivela hacia arriba”.
La reforma termina con la libertad de elección: “Al contrario: hoy no existe libertad de elegir, porque los padres deben matricular a sus hijos en los colegios cuya capacidad de pago les permita hacerlo”.
La reforma no se hace cargo de la calidad: “En primer lugar, no hay una sola forma de definir calidad, porque esta no sólo pasa por tener buenos profesores. El ambiente también concurre en la formación de una educación da calidad y si estudio sólo con personas que son iguales que yo, que piensan igual que yo, no aprendo de la diversidad de la sociedad. La educación también consiste en conocer la realidad y tratar de transformarla. Un niño que aprenda en una ambiente de diversidad e inclusión va a estar mejor preparado para responder a los desafíos que se le planteen en la vida”.
La reforma debió partir por mejorar la educación pública: “También dijimos eso nosotros, pero me he ido convenciendo de que está bien haber empezado con el fin del lucro, del copago y de la selección. El principal argumento es que el problema de la educación pública no es sólo de sí misma, porque en este sistema perverso está todo interconectado”.
La voz de los estudiantes secundarios fue expuesta por Tomás Leighton, quien en su intervención expuso que “en las movilizaciones de 2006 y 2011 se enfrentaron dos visiones de la sociedad y de la vida y hoy los debates se dan dentro de una épica distinta, lo cual constituye una victoria del movimiento social. Hoy seguimos enfrentando las injusticias del modelo creado por la dictadura y quienes hoy estamos en organizaciones estudiantiles tenemos la responsabilidad de responder al legado de los dirigentes que lideraron esos procesos y de miles de familias de las cuales vienen los estudiantes. Debemos tener la capacidad de generar los cambios y tener la astucia de rescatar lo bueno del proyecto de reforma y de proponer donde vemos que falta. Se trata no de recibir la reforma, sino que de construirla. De hacer y no sólo recibir. Hemos comprendido que si incidimos podemos conseguir cambios más profundos. Un ejemplo: en el proyecto no estaba contemplada la derogación del DFL 2 y fuimos los estudiantes los que dijimos que faltaba eso”.
Finalmente, la concejala por San Miguel Erika Martínez, quien organizaba el encuentro con la colaboración de la Universidad de Valparaíso, hizo una interesante descripción del estado de la educación en su comuna. La concejala explicó cómo en diez años se ha disminuido la matrícula en los establecimientos municipales en un 50% y que el 30% del financiamiento de estas escuelas y liceos corre por cuenta del municipio, lo cual da cuenta de las limitantes del modelo actual de educación pública, porque depende de los recursos que cada comuna pueda generar y ahí hay grandes disparidades. Contó también que en San Miguel hay 19 mil jóvenes y niños, pero que sólo 3.500 estudian en establecimientos municipalizados, lo cual no impide que estos tengan una matrícula de 26 mil estudiantes, ya que absorben gran cantidad de alumnos de las comunas vecinas. “Hay un gran error en pensar que el fin del copago va a bajar la calidad de la educación, porque todas las cifras muestran que los colegios particulares subvencionados que tienen copagos menores a 50 mil pesos no son mejores que los establecimientos gratuitos. Es distinto lo que pasa en los colegios con copago sobre los 85 mil pesos y que sí se van a transformar en privados, porque quieren seguir siendo con fines de lucro”, explicó Erika Martínez.