Una primera mirada al proyecto de presupuesto 2015 anunciado esta semana por el gobierno indica que hay un fuerte aumento del gasto fiscal y que la educación es la gran beneficiada con ello. Pero dentro de este escenario, la educación superior está en evidente desmedro respecto a las prebásica y escolar, que son a las que están destinadas la mayor parte de los nuevos recursos.

Y en su condición de presidente del Consorcio de Universidades del Estado, el rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, salió ayer a criticar el esfuerzo “insuficiente y simbólico” que se hace respecto a las instituciones de educación pública en el proyecto de ley.

 “No hay en el proyecto una señal convincente de fortalecimiento de la educación superior, particularmente la de carácter público. Ni las instituciones del estado ni otras universidades reciben el apoyo que con sentido de urgencia se requiere. Hay algunos aspectos que valorar, hay algunos giros positivos en el proyecto, pero pensamos que no es suficiente como para concluir que se fortalezca de un modo significativo, haciendo la diferencia respecto a años anteriores, a las instituciones de educación superior”, expresó el rector Valle.

Tampoco estimó que la creación del fondo especial para las universidades estatales signifique un cambio sustantivo respecto a la situación actual de las universidades estatales. “Se puede hablar de un trato, porque no había habido en los presupuestos anteriores una línea de financiamiento que relaciona al Estado con sus universidades de un modo distinto del que existe con las instituciones privadas. Reconocemos un gesto, pero es un esfuerzo simbólico e insuficiente porque no es la respuesta necesaria. Hay un cambio en la estructura de los financiamientos basado en que hay un convenio marco para las universidades estatales y lo valoramos, pero los presupuestos más que señales deben contemplar recursos. Si contienen sólo señales no cumplen con la tarea. Este fondo especial es de 36 mil millones de pesos, pero hay que tener en cuenta que son 16 las universidades del Estado y algunas de ellas tienen presupuestos superiores a los 50 mil millones, por lo cual los nuevos recursos no producen un impacto. Un esfuerzo no simbólico habría significado por lo menos el doble de lo presupuestado para que las universidades pudieran invertir, entendiendo que son proyectos plurianuales, a largo plazo”.

“No sólo las universidades estatales, sino que también el Consejo de Rectores se reunieron en varias ocasiones con personeros de educación superior del Ministerio de Educación, pero las responsabilidad no están sólo en el ministerio, que pudo hacer mayores esfuerzos, sí, pero a la hora de las decisiones siguen predominando los cálculos económicos que se hacen sin tener presente que en educación superior el país necesita de un esfuerzo impostergable”, agregó.

Aldo Valle también criticó la permanencia del concepto de subsidio a la demanda: “Está muy bien el que se hayan incrementado significativamente las becas Bicentenario, puesto que es una señal de que se quiere incorporar a más chilenos, en este caso hasta el séptimo quintil, en la educación superior, lo cual garantiza este derecho social. Sin embargo, por culpa del sistema de financiamiento que aún tenemos, el Crédito con Aval del Estado, que es administrado por los bancos y genera endeudamientos, sigue creciendo de un modo que nos parece que devalúa el entendimiento de la educación superior como un derecho social. El país tendrá un gasto anual en 2015 que alcanza a los 432 mil millones de pesos en CAE, lo cual representante el 31% del presupuesto total de educación superior y el 42% del financiamiento a los estudiantes. La reforma al sistema de financiamiento tiene un sentido de urgencia porque no puedes ser que el Estado siga entregando además recursos a un sistema además muy desregulado. En cambio, el Fondo Solidario, que es un crédito no administrado por los bancos sino que por las universidades y garantiza que los fondos si vayan a la educación superior, se mantiene en los mismos montos”.

El rector Valle también se manifestó preocupado por el hecho de que al actual proyecto no estaría contemplado cumplir con un acuerdo suscrito en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera de aumentar en un 5% anual el Aporte Fiscal Directo (AFD) durante la siguiente década. “En el actual proyecto se reduce a alrededor de un 3%, aunque entiendo que no está debidamente delineado en el proyecto porque acaba de ingresar a la Cámara de Diputados, pero nosotros vamos a demandar que esos compromisos adquiridos por el gobierno anterior. Esperamos que en la discusión en el Congreso Nacional tanto los parlamentarios como el gobierno hagan un esfuerzo para que la educación superior reciba el apoyo que necesita. Valoramos las prioridades que existen respecto a educación prebásica y escolar, nos parecen muy bien esos pasos, pero creemos que se trataba de hacer un esfuerzo que no era para nada incompatible con la mesura, la ponderación y la responsabilidad fiscal para dar una señal clara de que en educación superior el país debe dar un salto”.