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Campus Santiago

Doctor Ignacio Briones: “Tenemos una maraña regulatoria en la que es difícil navegar”

30 Abr 2019

Con la conferencia "Coherencia y simplificación regulatoria: un desafío para el Siglo XXI", del doctor Ignacio Briones, la carrera de Auditoría del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso inauguró su año académico 2019.

El director de la Escuela de Auditoría, Eric Salinas, y el jefe de carrera en Santiago Orlando Campillay, dieron un mensaje de bienvenida a estudiantes de distintos cursos para que inicien con optimismo y altas expectativas un nuevo año de estudio.

Salinas indicó que “los inicios de años académicos son como el puntapié inicial de un gran campeonato cuyo principal objetivo es conseguir la copa al quinto año de carrera” y que buscan “despertar el alma crítica profesional de los estudiantes”.

Añadió que “esperamos que los años académicos venideros sean tranquilos, fructíferos y que ustedes se sigan formando como profesionales y, sobre todo, como mejores personas”.

Por su parte, Campillay agradeció a “todos aquellos estudiantes que confiaron en nuestra propuesta formativa y decidieron ser parte de nuestra comunidad académica, la cual lleva formando auditores casi 50 años a través de la entrega de una formación profesional integral que les permitirá estar presentes en el área de los negocios y participar activamente en la gestión de las empresas”.

"Una maraña regulatoria"

Durante su exposición, el doctor Ignacio Briones alertó que nuestro país tiene actualmente un entramado legal con alrededor de 250 mil instrumentos regulatorios (Constitución, leyes, decretos, resoluciones y ordenanzas municipales) y que se agregan anualmente alrededor de cien leyes y unos 9 mil instrumentos de regulaciones secundarias.

“La reflexión de fondo es que tenemos en Chile una maraña regulatoria que es difícil de navegar”, dijo. Luego explicó que esta situación “no es razonable” para un país que forma parte de la OCDE.

Por ello, enfatizó que nuestro país debe avanzar hacia un sistema legal y normativo mucho más útil y simple para los ciudadanos, que sea fácilmente comprensible, coherente como sistema y no una sumatoria de normas, consciente de su impacto económico y social e igualmente capaz de adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías.

“No nos llenemos de leyes para todo. Creo que el peor escenario para Chile es que en diez años más estemos en la ley número 25.000 y que pasemos de las 250 mil regulaciones actuales a 300 mil. Sería un camino equivocado. Ese es el gran desafío de una reforma del Estado y de los sucesivos gobiernos, independientemente de su color político”, puntualizó el economista.

El decano de la Escuela de Gobierno de la UAI sostuvo que Chile debería seguir las recomendaciones que la OCDE le formuló en ese sentido e imitar las mejores prácticas, como las que se aprecian en Reino Unido o Nueva Zelanda.

Es muy relevante simplificar el sistema regulatorio -explicó- por varias razones. En primer lugar, porque fortalecen la democracia al permitir que todos los ciudadanos puedan comprender las leyes y normativas.“El lenguaje también es tremendamente importante para que cualquier persona pueda entender la norma, que no puede ser una caja negra que solo entiendan los abogados que la redactaron”, afirmó.

Por otro lado, señaló que hay evidencia que la mala o excesiva regulación aumenta los costos en una economía, conspirando de esta forma contra una mayor productividad y contra el crecimiento, efecto que los expertos han calculado entre medio punto e incluso dos puntos del PIB, comentó Briones.

A lo anterior se suma que el exceso de regulaciones y la poca claridad normativa es fuente de incertidumbre e implica riesgos de discrecionalidad, además de obligar a arbitrajes que favorecen a quienes tienen más poder.

A la ceremonia asistieron, además de los oradores, el director del Campus Santiago Carlos Bravo, el jefe de carrera de Auditoría en Valparaíso, Héctor Fuentes, autoridades, docentes, estudiantes y funcionarios.