Con la mirada puesta en los desafíos de la profesión en un mundo digital y más exigente por parte de empresas y reguladores, la carrera de Auditoría inauguró su año académico 2022 en el teatro del Campus Santiago. En la actividad intervinieron Jeannette Rodríguez, decana subrogante de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA); Marcela Fernández, directora de la Escuela de Auditoría, y Héctor Fuentes, jefe de la carrera en el recinto capitalino. Además, Cristian Sepúlveda, contador auditor y socio de EY Chile, ofreció la charla “Desafíos actuales para el auditor”.

En la actividad participaron la directora del Campus Santiago, Valeria Scapini, académicos/as de Santiago y Valparaíso y estudiantes.

Una exigente profesión

Cristian Sepúlveda, socio de EY Chile con 24 años de trayectoria, centró su alocución en los vertiginosos cambios que ha experimentado la profesión de contador auditor en los últimos años. A lo largo de su presentación, insistió en que el único camino posible es aprender a adaptarse para no quedar fuera de mercado y “abrir la mente”, ya que “esta es una hermosa carrera, pero muy exigente”.

Entre las cualidades necesarias para ejercer actualmente en las organizaciones, el expositor puntualizó el profundo conocimiento no solo de las normas contables, sino también del entorno local y global en que se mueven los distintos negocios. “No puedo auditar si no entiendo el contexto en que se desarrollan las empresas. Hay que visibilizar e interpretar los números”.

Asimismo, indicó que es necesario utilizar las distintas tecnologías que hoy existen para facilitar y mejorar la gestión en el marco de una “revolución digital” que llegó para quedarse, así como apegarse estrictamente a las conductas que se esperan de un “ministro de fe” respecto de la información sensible y confidencial de las empresas. En ese sentido, afirmó que “no se tolera la falta de ética”.

Por otro lado, mencionó la importancia de ser capaces de trabajar en equipos multidisciplinarios, dominar el idioma inglés, ser mesurados y criteriosos al analizar información, practicar el hábito del autoestudio, entre otros aspectos. Advirtió que los auditores hoy tienen un mayor nivel de exposición incluso a nivel legal y, por lo tanto, es una labor que requiere ser “extremadamente profesional en cada cosa que se hace”. En ese sentido, hay que apuntar al “alto desempeño. No nos sirve la mediocridad”, enfatizó Sepúlveda.