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Campus Santiago

Senador Ignacio Walker: “Chile no puede volver a ser un caso de desarrollo frustrado”

30 May 2017

El senador Ignacio Walker realizó un exhaustivo análisis histórico sobre por qué Chile no logró ser desarrollado en el siglo XX, con el fin de asimilar lecciones y, según su opinión, corregir el actual rumbo. Al respecto, fue enfático en que “debemos retomar el camino virtuoso del crecimiento económico para que nuestro país no vuelva a ser un caso de desarrollo frustrado”.

Otros desafíos, de acuerdo al parlamentario, son seguir reduciendo los altos niveles de desigualdad que hoy persisten, fortalecer la democracia a partir de una nueva Constitución que sea legitimada por todos los sectores, modernizar el Estado y profundizar la apertura externa y la inserción internacional “con una nueva generación de tratados de libre comercio”.

 

Walker ofreció la charla “Desafíos económicos y estrategias de desarrollo” en el marco de la inauguración del año académico de la Escuela de Auditoría del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso, que se llevó a cabo en el teatro del recinto.

El evento contó con la asistencia de Óscar Fariña, decano de FACEA; Patricio Russell, director de la Escuela de Auditoría; Galo López, secretario de FACEA; Carlos Bravo, director del Campus Santiago; y Pedro Amador, coordinador académico de Auditoría en la capital, entre otras autoridades, estudiantes y funcionarios.

En la ocasión, el director Russell destacó que es motivo de orgullo lo que ha logrado la carrera, formando “buenos profesionales con un sello diferenciador”. También puso de relieve la doble acreditación nacional e internacional (en dos procesos). “Entre las más de 50 carreras de Auditoría que existen en el país, solo dos tienen esta acreditación internacional”, dijo.

Modelo exportador

En su exposición, el senador Walker recordó que los “mayores dolores de cabeza para la economía chilena” en el pasado, como la inflación y el retraso agrario, se resolvieron con sendas reformas estructurales: Banco Central autónomo y la reforma agraria de Eduardo Frei Montalva, respectivamente. Pero sostuvo que la apertura externa ha sido por lejos la más importante para la actual estrategia de desarrollo, donde la base son las exportaciones. Tanto así, que según él es materia de consenso en todo el espectro político.

“No he visto a un solo candidato en este año electoral, desde la UDI hasta el Frente Amplio, hablar de volver a proteger la economía, de subir aranceles, de nacionalismos, de proteccionismos, de crecimiento hacia adentro. No he oído a nadie que proponga cerrar la economía”, ejemplificó.

Aunque cree que este modelo ha dado “abundantes frutos” en los últimos 25 años, el parlamentario reconoció que “aún nos queda lo más importante: superar la trampa de los países de ingresos medios. Estamos ahí, con alrededor de 23 mil dólares per cápita, pero hay que dar el paso que ningún país de América Latina ha conseguido hacia el desarrollo. No tenemos derecho como país a no darlo. Debemos retomar el camino virtuoso del crecimiento para que nuestro país no vuelva a ser un caso de desarrollo frustrado”.

Walker enumeró algunos logros del país tras la recuperación de la democracia, de la mano de una expansión económica sostenida –que promedió el 5%-, un periodo marcado por la fuerte reducción de la pobreza de 40% a 10%, en que emergió una nueva clase media y se amplió, por ejemplo, el acceso a la educación superior de 240 mil estudiantes a 1,2 millones actualmente.

No obstante, explicó que en este proceso no solo ha habido luces, sino también sombras que deben superarse. “No es posible conciliar una vía virtuosa hacia el desarrollo con estos niveles de desigualdad. ´Chile limita al centro de la injusticia´, decía Violeta Parra. Y todavía sigue siendo así en muchos sentidos. Por lo tanto, yo no vengo a cantar victoria ni a decir misión cumplida o a ser autocomplaciente. Queda mucho por hacer, pero vamos hacia allá”.

Mediocridad

El senador democratacristiano planteó también que Chile debe evitar la amenaza de la “demagogia y el populismo” que ya ha afectado a otros países de América Latina.

Mientras en el pasado Aníbal Pinto (autor de “Chile, un caso de desarrollo frustrado”) diagnosticaba una contradicción entre “desarrollo político y subdesarrollo económico”, actualmente, según Walker, la situación “es al revés. Un camino al desarrollo económico y subdesarrollo político. Un brutal cuestionamiento a la política y a los políticos”.

El desapego de la ciudadanía se reflejó en la última elección municipal donde el 65% de quienes tenía derecho a sufragar optó por no hacerlo. “Esto implica una crisis brutal. Pero también es una oportunidad. Creo que hay que enfrentarla fortaleciendo las instituciones”, arguyó el abogado.

En ese sentido, subrayó que se ha avanzado bastante en la Agenda de Probidad y que se requiere de un “nuevo pacto social y político: una nueva Constitución para Chile”.

Otro peligro para nuestro país, según su parecer, es conformarse con “poco”, lo que implica el riesgo de caer en lo que llamó la “nueva mediocridad”. El diagnóstico no es alentador, dado que “completaremos un cuarto año con un mediocre crecimiento económico de 2% o menos. Y este año será de 1,5%”. Afirmó que este escenario produce un alto impacto social, ya que no permite disminuir la pobreza, crear más de puestos de trabajo y financiar programas sociales. “Un punto menos de crecimiento implica US$ 500 millones menos de recaudación fiscal”, ilustró.

El ex presidente de la Democracia Cristiana resumió que Chile necesita avanzar hacia un mayor desarrollo humano. Para eso, el país tiene que lograr una buena reforma educacional, invertir mucho más en investigación, innovación y desarrollo, contar con una nueva Constitución, modernizar el Estado y profundizar la inserción internacional.