El doctor Fabio Bertranou, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur de América Latina, fue el principal expositor en la inauguración del año académico del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso. En su charla, el experto se refirió a “El futuro del trabajo frente a los cambios productivos y de la tecnología: un debate abierto”.

El prorrector de la UV, Christian Corvalán, destacó el crecimiento que ha mostrado el recinto capitalino en los últimos años y, en general, las fortalezas de la institución en diversos ámbitos frente al nuevo proceso de acreditación de este año. Puso énfasis en su forma de gobernanza distintiva, que permite una amplia participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones y que se expresa en un Consejo Académico compuesto por los tres estamentos. Sostuvo que esta estructura genera una mayor cohesión y “nos permite ponernos de acuerdo a partir del diálogo y de objetivos estratégicos”.

Además, le deseó éxito a la gestión del nuevo director del Campus Santiago, profesor Carlos Bravo.

En tanto, el decano subrogante de FACEA, Galo López, invitó a cultivar un “diálogo amplio y generoso” con una mirada diversa para abordar los desafíos de un “mundo más diverso e interdependiente”, pero al mismo tiempo más “vulnerable y desigual”.

La delegación de autoridades que viajó especialmente desde la Casa Central a esta ceremonia también estuvo integrada por Juan Pablo Jaña, jefe de gabinete del rector; Eduardo Morales, fiscal general; Antonio Peñafiel, director de Administración y Finanzas; Iván Cubillos, director de Recursos Humanos; Mónica Serrano, directora de la Dirección de Asuntos Estudiantiles; Marco Aravena, director de DISICO; José Cortés, coordinador del Campus de la Salud; Patricio Herrera, coordinador de Investigación de FACEA; y Marlene Piña, secretaria de Administración y Finanzas de FACEA.

A todos ellos, se sumaron los jefes de carrera de las siete disciplinas que actualmente se imparten en las dependencias de la comuna de San Miguel, académicos, estudiantes y funcionarios.

Riesgos y oportunidades

En su charla, Bertranou explicó los cambios productivos y tecnológicos en el mundo que están generando impactos directos en el trabajo. Uno de los temores que se ha instalado en la sociedad es que el avance de la tecnología, la automatización y la digitalización profundicen la destrucción de empleos. A ello se suman otros factores que lo precarizan, tales como la fragmentación productiva, la concentración del crecimiento de los empleos en el sector servicios (50% en la región) y la informalidad.

Este cuadro acentúa las condiciones de desigualdad que se observan en los países subdesarrollados y resulta mucho más inquietante para los trabajadores. Sin embargo, el director de la OIT Cono Sur planteó que, si bien los cambios generan riesgos, también pueden abrir oportunidades.

La evidencia indica que la mayor tasa de crecimiento de empleos corresponde a aquellos “no rutinarios” de carácter cognitivo. En cambio, las tareas rutinarias están siendo “reemplazadas por las máquinas”. Por lo tanto, los trabajadores deben desarrollar habilidades para el aprendizaje, la alfabetización tecnológica y la vida.

“Las habilidades del siglo XXI son un conjunto de atributos que permiten a las personas desarrollarse y tener éxito en la era de la información”, precisó Bertranou.

Asimismo, observó que “hay instrumentos en que la institución laboral puede ayudar a mejorar la distribución del ingreso, como lo es la negociación colectiva. Hay que convencer a las empresas y a los sindicatos de que es un mecanismo importante para poder dialogar sobre un aspecto distributivo, que ya se utiliza mucho en países que tienen mayor igualdad”, dijo.

El doctor en Economía de la Universidad de Pittsburgh agregó que “lo que tenemos que discutir es cuál es la mejor forma de negociar colectivamente para que la empresa pueda mejorar en productividad y los trabajadores en bienestar; de modo que el resultado de los beneficios, del crecimiento y la productividad, puedan distribuirse de una forma más equitativa”.

En otro ámbito, el de las pensiones, el experto aseguró que se deben efectuar cambios y que, en el caso de Chile, este problema no se solucionará con aumentar la cotización un 5% por parte de los empleadores. “Creo que vamos a tener que movernos, en Chile y en otros países de América Latina, a un sistema de financiamiento mixto: no solamente cotizaciones, sino también más impuestos. Y una mezcla de beneficios no contributivos con un complemento contributivo que esté ligado al empleo y al ahorro previsional”, arguyó.

Desafíos de la OIT

La OIT se define como la “única agencia ’tripartita’ de la ONU, que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 Estados miembros, a fin de establecer las normas del trabajo, formular políticas y elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos, mujeres y hombres”.

Bertranou recordó que la OIT está impulsando la iniciativa sobre el futuro del trabajo, que se divide en cuatro esferas denominadas: trabajo y sociedad; trabajo decente para todos; la organización del trabajo y la producción; y la gobernanza del trabajo.

Esta entidad -apuntó el ejecutivo- debe “reflexionar y debatir sobre cómo los sistemas de educación y formación deben adaptarse para anticipar las demandas e identificar oportunamente las nuevas competencias requeridas”.

Por otro lado, “requiere abordar cómo poner en el centro del debate la centralidad de la gobernanza del trabajo ante los cambios tecnológicos, más allá del balance entre riesgos y oportunidades en el futuro de los empleos”, dijo Bertranou.