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Campus Santiago

Funcionarios del Campus Santiago participan en taller sobre primeros auxilios psicológicos en casos de acoso sexual

23 Ene 2019

La psicóloga de la Unidad de Igualdad y Diversidad Camila Muñoz realizó el taller "Primeros auxilios psicológicos en casos de acoso sexual", a veintiséis funcionarios del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso en dos sesiones.

Entre las recomendaciones para ayudar a quien ha sufrido esta experiencia, la profesional destacó que no se le debe generar un daño emocional mayor al re-victimizarla o estigmatizarla por lo acaecido.

“Nunca se debe cuestionar o juzgar a la persona, pedirle detalles de lo sucedido o presionarla a hablar en grupos de personas lo ocurrido. Tampoco obligarla a denunciar los sucesos, bajarle el perfil a la situación o normalizarla ni divulgar la vivencia del acoso o abuso de alguien con terceras personas”, explicó.  Igualmente evitable es dar consejos o lanzar frases motivadoras que minimicen los hechos como “pudo haber sido peor” o similares. 

En cambio, dijo Muñoz, se puede ayudar a la víctima escuchándola atentamente y en privado, sin hacer juicios de valor ni pedirle detalles, ya que probablemente tendrá que darlos en espacios especializados en el tema. También se sugiere respetar la distancia física; ya que contrariamente a lo que se piensa, incluso un abrazo la podría hacer sentir mucho más vulnerable. En este caso, es menos invasivo “ofrecerle un vaso de agua y ayudarle a que respire profundamente para que retome la calma”. 

“Una persona que ha sido transgredida en la esfero psico-sexual debe recibir apoyo profesional especializado”, enfatizó la psicóloga, por lo que se puede recomendar que se acerque a la Unidad de Igualdad y Diversidad de la UV; o acudir a la Policía o Fiscalía si se trata de un delito sexual. 

Experiencia traumática

El taller, que se realizó el martes 22 de enero, permitió contextualizar el acoso sexual como un tipo de violencia que genera consecuencias traumáticas para las víctimas, quienes por miedo muchas veces no se atreven a denunciarlo e incluso experimentan culpa, depresión, baja autoestima, ira, impotencia y estrés post traumático.

Aunque las estadísticas indican que es una situación que sufren principalmente las mujeres, en ocasiones también lo padecen los hombres. Puede ocurrir en distintos ámbitos de la vida tales como familiar, estudiantil, laboral. Respecto del espacio del trabajo, esta mala práctica está tipificada en la Ley 20.005. 

En el contexto universitario, nuestra casa de estudios ha sido una de las pioneras en el país en crear un protocolo para prevenir y sancionar el acoso, así como en poner en marcha una oficina especializada en el tema, que es precisamente la Unidad de Igualdad y Diversidad.

Para efectos del protocolo de nuestra casa de estudios, en el artículo 4° se define el acoso sexual como “la realización en forma indebida y por cualquier medio (presencial, virtual o de otra índole) de requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe, bajo la promesa de favorecer y/o la amenaza de perjudicar su situación o sus oportunidades en el ámbito laboral o académico”.