Construir una cultura inclusiva al interior de la Universidad de Valparaíso es tarea de toda la comunidad. Por eso, un grupo de monitores del programa “UV Inclusiva” de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) realizó a fines de junio una nueva visita al Campus Santiago, donde instaló el módulo socio-educativo “Ponte en mi Lugar”.

La actividad, que se realizó durante una mañana, fue encabezada por Pierina Penna, jefa de la Unidad de Desarrollo Estudiantil de la DAE, y contó con amplia participación de los estudiantes.

Danizta Vera, alumna de Psicología y monitora, explicó que se “busca sensibilizar a las personas través de temáticas de inclusión con las discapacidades física, visual y auditiva”. Añadió que, por ejemplo, nadie está libre de sufrir en alguna oportunidad un problema de “movilidad por un percance físico (lesión, fractura, entre otros).

Los participantes pudieron experimentar por un momento cómo perciben y a qué se enfrentan día a día quienes viven en situación de discapacidad, haciendo pruebas con dispositivos como cubre ojos, tapa oídos, bastones y silla de ruedas. Luego, debían dejar una breve nota sobre lo que sintieron durante el proceso. Con ello, se apunta a reforzar por qué es importante facilitar la inclusión y cómo se puede aportar en este sentido.

“UV Inclusiva” promueve los valores de la diversidad, solidaridad y respeto por el otro, porque “diferentes somos todos”.

Tomar conciencia

Entre los estudiantes que valoraron positivamente esta jornada estuvieron Tomás Soto y Paulina Ocares, ambos de quinto año de Ingeniería Comercial. Ellos realizaron las pruebas para reconocer olores y texturas sin poder usar el sentido de la vista.

Según Ocares, “este tipo de actividades son muy importantes y deberían ser más frecuentes, dado que somos una universidad estatal y pública”. A su juicio, aún falta mucho por avanzar en materia de inclusión, en aspectos como “infraestructura para facilitar el acceso” a personas en situación de discapacidad y “tomar mayor conciencia” sobre esta temática.  

En tanto, Soto comentó que es necesario “repetir estas experiencias” para entender lo difícil que se hace la vida cotidiana cuando se tiene algún inconveniente físico. Ejemplificó que “una amiga hace poco se fracturó el pulgar de una mano y, como vive sola, se le complicó mucho realizar las tareas que antes le resultaban muy sencillas”.

Cambio cultural

Otro aspecto relevante del programa es contribuir a un cambio cultural. Debemos tener en cuenta que la discapacidad se refiere “a la relación de una persona con determinadas características y una sociedad que no está preparada para garantizar la participación de todos quienes la integramos, en igualdad de condiciones. Es por esto que hablamos de personas en situación de discapacidad”, según explica uno de los folletos que se distribuyeron durante la jornada.

 El programa “UV Inclusiva” se desarrolla desde el año 2011.