Ministro de Energía Diego Pardow relevó el desafío de avanzar hacia energías más limpias, baratas y seguras
En un teatro que contó con una gran concurrencia se llevó a cabo la conferencia del ministro de Energía Diego Pardow, en el Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso, sobre el tema “Transición energética en Chile y sus proyecciones”. En la ocasión, destacó que “la transición energética es algo fundamental, porque permite movernos hacia energías más limpias, más baratas y más seguras desde el punto de vista de la soberanía de nuestro país”.
Asimismo, subrayó que los desafíos de corto plazo para su cartera son evitar alzas abruptas de tarifas con el proyecto de ley de “Estabilización de Tarifas Eléctricas”, viabilizar fuertes inversiones necesarias en almacenamiento energético y construir una política de Estado para el hidrógeno verde.
Al evento asistieron el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Diego del Barrio; el director subrogante del Campus Santiago, Jaime Vera; la directora de la Escuela de Ingeniería Comercial, Tania Jakasovic; la jefa de carrera de Ingeniería en Negocios Internacionales, Daniella De Luca, y sus homólogos Juan Egaña, de Ingeniería Comercial, y José Irrazábal, de Ingeniería Civil Industrial, además de académicos, académicas y estudiantes de esas carreras. El profesor Abraham Martínez, de Ingeniería Comercial, ofició de maestro de ceremonias.
La exposición del secretario de Estado fue organizada por el Campus Santiago junto a Ingeniería Comercial, Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería en Negocios Internacionales.
Cambio tecnológico
El ministro Diego Pardow —abogado de la Universidad de Chile y magíster y doctor en Derecho por la University of California, Berkeley— planteó que una transición energética implica una transición tecnológica y políticas que la promueven. Para ejemplificarlo, repasó los cambios tecnológicos que ha experimentado el país para satisfacer sus necesidades de energía eléctrica. Cuando las lluvias eran copiosas, el país apostó por construir grandes embalses.
Luego —dijo— Chile se decidió por centrales termoeléctricas, que buscaron estabilidad en la generación y que inicialmente estaban asociadas a la promesa de un fácil acceso al gas natural argentino, lo cual finalmente no ocurrió por la crisis en el país vecino y pronto tuvieron un alto costo ambiental en las denominadas “zonas de sacrificio” o contaminadas al tener que operar con carbón (Coronel, Quintero, Tocopilla, Huasco y Mejillones). Esta situación provocó una creciente oposición ciudadana a construir nuevas bahías carboneras.
“En la primera década de este siglo descubrimos el gran potencial que teníamos para la producción de energías limpias, principalmente las energías solar y eólica. A partir de 2010 empieza la competencia entre energía limpia y las de origen fósil. Avanzamos todo lo que se podía con el parque tecnológico que actualmente tenemos. Si bien hemos crecido mucho en energías solar y eólica, ambas son variables (…) y necesitamos generar las veinticuatro horas del día”, sostuvo Pardow. Las energías renovables hoy representan un cincuenta y cinco por ciento en la generación eléctrica, acotó.
El secretario de Estado precisó que “el reemplazo de la generación térmica se hizo mucho más urgente, porque tenemos que financiar el recambio tecnológico que permita salir de las energías fósiles y avanzar en las energías limpias, que representan tres cuartas partes del compromiso de Chile del tránsito hacia la carbono neutralidad en 2050 y hoy son más baratas, especialmente la generación solar y eólica”. Por otro lado, precisó, también se debe pagar una cuenta de electricidad que se acumuló durante los años de postpandemia y de la guerra Rusia-Ucrania, debido principalmente al aumento de los precios de los combustibles. Por lo mismo, explicó, se requiere “acelerar el tranco hacia energías limpias”.
Asimismo, el ministro de Energía puso de relieve que el cambio a tecnologías renovables “para nuestro país es una apuesta de soberanía” para no depender de energías que no producimos como el petróleo, ya que “importamos el noventa y cinco por ciento de los hidrocarburos que consumimos y, por ende, estamos expuestos a variaciones de precios por situaciones que no controlamos”.
Por lo tanto, sostuvo Pardow, “la transición energética es algo fundamental, porque permite movernos hacia energías más limpias, más baratas y más seguras desde el punto de vista de la soberanía de nuestro país”.
Desafíos de corto plazo
Pardow se refirió también a los desafíos de corto plazo. Con el fin de evitar que los clientes regulados —especialmente Pymes y personas— sufran alzas muy elevadas en las cuentas de luz a causa de la deuda que se ha generado, el Gobierno está tramitando en el Congreso el proyecto de ley de “Estabilización de Tarifas Eléctricas”. Se trata de una iniciativa “que esperamos se apruebe el próximo lunes (1 de abril) y que nos permite estirar esta deuda hasta el 2035 y pagarla en cuotas”, dijo, agregando que se deben corregir injusticias en cuanto a la distribución de los costos asociados a la transición.
El otro objetivo importante para el Ministerio de Energía es avanzar en el tema del almacenamiento energético, ya que si bien “el desierto de Atacama tiene un tremendo potencial de generación solar, necesitamos ser capaces de almacenar esa energía y transmitirla durante la noche. Y para eso necesitamos que la inversión en almacenamiento se multiplique veinte veces, lo que demandará recursos por alrededor de dos mil millones de dólares. Para ello, vamos a viabilizar esa inversión entregando terrenos fiscales y estableciendo un mecanismo de financiamiento específico y marco regulatorio adecuado”.
Finalmente, el ministro Pardow indicó que otra prioridad es construir una política de Estado que se mantenga y que permita abrir el mercado del hidrógeno verde a futuro. “Esos son los desafíos que esperamos nos permitan mirar con mayor optimismo la transición energética”, subrayó.
Tras su presentación, el expositor invitado respondió consultas de los y las asistentes en cuanto a tarifas eléctricas, desafíos ambientales de las energías renovables y la coordinación del ministerio de Energía con el del Medio Ambiente, así como con el de Transportes para el diseño de infraestructura de almacenamiento energético.