El desafío del futbolito femenino en el Campus Santiago
Motivar. Ampliar la base de jugadoras. Lograr que quienes se incorporan perseveren. Elevar el nivel. Esos son algunos de los desafíos que enfrenta el equipo femenino de futbolito del Campus Santiago de la Universidad de Valparaíso.
Dirigido desde el año pasado por la profesora Solange Morgado (quien hace algunos años fue la preparadora física de la selección femenina chilena adulta de fútbol), el equipo ha mostrado progresos, pero lucha día a día con limitantes, entre la cual la principal es la poca inclinación que sienten las alumnas por practicar deporte, pese al continuo esfuerzo que se hace por invitarlas a participar.
“Tenemos una nómina de doce jugadoras, pero sólo diez son permanentes. Nos ha faltado captar más jugadoras y la llegada de nuevas alumnas cada año, que son potenciales integrantes del equipo, no constituye una ayuda real, porque son chicas que recién están adaptándose al ritmo de estudio universitario, entonces, cuando las exigencias académicas empiezan a aumentar, dejan el deporte de lado. Este año sumamos a tres ‘mechonas’, pero sólo una se mantuvo en el equipo”, relata Solange Morgado.
Pese a los problemas, el seleccionado del Campus Santiago ha logrado satisfacciones. Inscrito en el Campeonato Interfacultades de la Universidad de Chile, el año pasado terminó segundo en la serie de Ascenso, logrando la promoción a la división de Honor para esta temporada. Los resultados no han sido buenos en 2013 y el equipo lucha en estos momentos por permanecer en la primera división, pero igualmente acceder a una mayor exigencia ha permitido el crecimiento de las jugadoras.
Para la profesora Morgado, no hay demasiados misterios si se quiere elevar el equipo del seleccionado: hay que ampliar la base de jugadoras. Y como una forma de motivar a otras alumnas a integrarse, este martes se dio inicio a una serie de partidos amistosos en el Campus Santiago (en el primero, las chicas de la UV enfrentaron a sus pares de la UMCE, con triunfo para el ex Pedagógico por 8-2), con el objetivo de que los estudiantes pueden ver en acción al equipo.
“Nosotros competimos todos los sábados en el torneo Interfacultades de la Universidad de Chile y las seleccionadas tienen dos entrenamientos en la semana (martes y sábado). También buscamos subir el nivel organizando prácticas en los que las chicas juegan contra varones e invitándolas a entrenar con el equipo de fútbol (once jugadoras por lado) de la UMCE, donde yo también hago clases. Todo eso ayuda, pero necesitamos más jugadoras”, concluye Solange Morgado.