El orgullo del Campus Santiago en la selección de hándbol UV bicampeona nacional
Hace pocas semanas el seleccionado de hándbol de la Universidad de Valparaíso se proclamó campeón por segundo año consecutivo del torneo de la Fenaude, en el que compiten todas las universidades del Consejo de Rectores, luego de vencer por 34-22 a su similar de la Universidad de Chile en la final disputada en el Campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica.
Motivo de orgullo especial para el Campus Santiago es la presencia en el plantel bicampeón de un alumno que se forma en sus aulas. Se trata de Wladimir Oyarzún, estudiante de primer año de la carrera de Ingeniería Comercial, quien, además, es seleccionado chileno adulto de este deporte.
El aporte de Wladimir al seleccionado de la UV tiene un doble valor, ya que es el único jugador que no estudia en Valparaíso, lo cual supone un esfuerzo extra, ya que los entrenamientos son en el Polideportivo que la universidad posee en Playa Ancha. “Me autorizaron a ir sólo una vez a la semana a entrenar allá, pero igual tengo que ver que los horarios no se me topen, porque tengo clases, tengo entrenamientos con la selección chilena, tengo que ir a Valparaíso. No es sencillo”, relata.
Wladimir tiene 23 años y juega hándbol desde que estaba en primero medio. El año pasado integró la selección chilena adulta que fue tercera en el Panamericano de Argentina y clasificó al Mundial que se jugó en enero en España. “Al Mundial iban 16 y yo no quedé en la lista final. Fue una gran decepción, por supuesto”, confiesa.
Para dejar atrás ese trago amargo, apunta a brillar en una gira que la selección hará por Dinamarca en enero para así asegurar su cupo en el equipo que representará a Chile en los Juegos Odesur Santiago 2014. “Juego de extremo izquierdo y habemos cuatro jugadores en esa posición, por lo que tengo que estar en un muy buen nivel para llegar a los Odesur, donde el objetivo es ganar la medalla de oro”, explica.
Wladimir, quien sufrió una seria lesión en la rodilla derecha a mediados de este año (“me salvé de que fuera rotura de ligamentos cruzados, pero igual estuve dos meses y medio parado”), dice que en estos momentos su prioridad es la universidad. “Antes pensaba más en el hándbol que en los estudios, pero ahora mi plan es terminar la carrera y de ahí, si se puede, ir a jugar profesionalmente al extranjero. Pero el plan A es terminar la carrera y tener un título de respaldo, porque, como el fútbol, el hándbol dura hasta los 30 años”, comenta.
Para él, el apoyo que le ha dado la universidad ha sido clave. “Yo el año pasado estudié Ingeniería Civil Informática en la UTEM y no tuve el mismo respaldo. Una vez tenía que ir a una gira, lo cual significaba faltar a tres pruebas, y el jefe de carrera me dijo que fuera no más y cuando volví desconoció todo. Acá, en cambio, cuando fui en junio a una gira a Brasil quedé debiendo una prueba, volví y tuve que viajar de inmediato a otra gira y no me pusieron ningún problema. Me pagan los pasajes a Valparaíso… Además, yo quería estudiar ingeniería comercial y en la misma universidad en que la que estuve antes me dijeron mis compañeros: ‘Ándate a la UV, que ahí te van a apoyar’. Y así fue”, cuenta Wladimir Oyarzún.
El handbolista fue premiado por la carrera de Ingeniería Comercial, recibiendo las felicitaciones del director de escuela, Juan Manuel Muñoz, y la coordinadora académica en Santiago, Valeria Scapini.